dissabte, 25 d’agost del 2012

Lanzarote, la isla de los volcanes


La existencia de los volcanes y sus estragos marca la vida de la isla, no en vano es conocida como “la isla de los volcanes” por las erupciones volcánicas que tuvieron lugar en los siglos XVII y XVII. Algunos volcanes estuvieron expulsando lava y ceniza durante años, sepultando unos 20 pueblos y ocupando una cuarta parte de la isla.
Las erupciones volcánicas trajeron  destrucción pero también la vida. Antes de que la tierra echara fuego, Lanzarote tenía muchas dificultades para conseguir agua. Pese a estar rodeada de agua (salada, y por tanto inservible), es una isla sin agua.  Ni ríos, ni aguas subterráneas, ni lagos, ni estanques. La única manera de lograr agua era gracias a la lluvia, pero teniendo en cuenta que llueve unos 40 días al año (y no todo el todo el día sino algún chaparrón ocasional) la supervivencia resultaba muy complicada. Ahora se abastecen de agua gracias a las desaladoras, pero antes tenía que aprovechar todo el agua que venía del cielo recogiéndola a través de instalaciones en las montañas y en los tejados de las casas. Sin embargo, gracias a la explosión de los volcanes, la vida en la isla cambió. Lanzarote quedó cubierta de una capa de ceniza que aún lo ocupa todo. Y precisamente la ceniza permite retener la humedad de la noche que necesitan las plantas para subsistir, además de aportar gran cantidad de nutrientes y minerales. Así, durante décadas fue posible la agricultura, actividad que se ha ido abandonando con el incremento de otras actividades más lucrativas y menos duras como el turismo, puesto que pese a la ceniza sigue siendo una árdea tarea la agricultura en la isla. Actualmente, la actividad agrícola más importante es la viticultura.

En cuanto al turismo, han logrado consolidar un desarrollo sostenible y controlado. Cuando Lanzarote empieza a convertirse en un destino interesante para visitar, se pusieron medidas para que el impacto fuera el menor posible. Por ejemplo , no se pueden construir edificios de más de tres plantas. Por eso sólo existe un edificio alto en toda la isla, anterior a esta legislación. Una legislación que también obliga a pintar todas las casas de blanco. Además, no se pueden construir hoteles ni apartamentos si no se alcanza el 100% de ocupación turística. Y de todas formas, no se tiene la sensación que Lanzarote sea un destino sobreexplotado turísticamente. De hecho, es un lugar tranquilo, relajado,  que se puede visitar sin agobios, sólo hay que tener en cuenta las colas para entrar en el Parque Nacional de Timanfaya.
De hecho, en esta isla negra los principales atractivos turísticos se centran en los volcanes.

Visitas esenciales en Lanzarote
  • En el sur se puede visitar la zona de los Hervideros, un impresionante paisaje de costa. La lava de los volcanes  llegó hasta la playa entrando en el mar e incrementado así el territorio de la isla. El agua enfrió la lava rápidamente creando figuras negras y abruptas. En esta zona de negro desierto de piedra se haya el Golfo, un volcán al borde del mar, cuyo cráter es hoy una playa negra con un misterioso lago verde (la causa de este intenso color es el fitoplacton que hay en el interior)
  • El Parque Nacional de Timanfaya es un territorio de unos 50 km2 ocupado por unos 25 volcanes que nos muestra un paisaje desolador. Las rocas de lava petrificada, un desierto de olas negras donde no silencio ni vida (apenas algún liquen solitario y algunos insectos nocturnos). En medio del parque se encuentra el Islote de Hilario (en honor de un ermitaño que vivió allí) que es el centro de visitantes. Sin duda, es un espacio pensado para los turistas con efectistas y breves exhibiciones del calor que mana bajo los pies. El centro de visitante que fue diseñador por César Manrique (como casi todo en la isla) es también un restaurante donde la carne se cocina directamente sobre un agujero en el suelo.
  •   Teguise es la antigua capital de Lanzarote (actualmente es Arrecife) y se trata de un encantador pueblecito de casitas encaladas y calles empedradas. Ha sido declarada Conjunto Arquitectónico Histórico-Artístico, al tratarse de una de las poblaciones más antiguas de las Islas Canarias y debido a su riqueza artística y monumental. Recibe su nombre de la última princesa aborigen que fue casada con el jefe de los conquistadores españoles que llegaron a la isla como parte de las negociaciones. De hecho, Lanzarote es la única isla de las Canarias en que la conquista se hizo mediante pactos con la población indígena y no mediante la guerra. Teguise me pareció un nombre precioso de mujer, pero al parecer no es muy popular en la zona porque se suelen poner nombres aborígenes como Yaiza, Guasimara o Yanira.
  • La Fundación César Manrique tiene un interés doble. Por un lado visitar la exposición de arte y conocer la obra de este artista tan fundamental para la isla. Y por otro lado, visitar el edificio donde se sitúa la Fundación que fue la casa de César Manrique hasta su muerte en 1992. La peculiaridad de la casa es que está construida sobre la lava y en el interior de unas burbujas volcánicas unidas por unos pasillos.  Manrique realizó diversos trabajos en la isla donde el arte se fusiona con la naturaleza.  El Mirador del Río, los Jameos del Agua, el centro de visitantes de Timanfaya o el jardín del cactus son algunas de sus obras más destacadas. También tiene una escultura conocida como “Monumento al Campesino”, que no me resultó demasiado interesante.

  •  El Mirador del Rio es una estructura construida en la roca de los acantilados del norte que permite una fabulosa vista de la costa y de la isla de la Graciosa, que pertenece a Lanzarote. La fusión con la naturaleza está tan lograda que desde la Graciosa no se distingue el mirador en medio de las rocas. 
  • Los Jameos del Agua son unas construcciones (piscina, terrazas, auditorios) construidas por César Manrique en el interior de un túnel volcánico.  En uno de los lagos de los Jameos vive el cangrejo ciego, una especie única en el mundo, que mide un centímetro y además de ciego es albino. Junto a los Jameos del Agua se puede visitar la “Casa de los Volcanes”, un museo dedicado a la vulcanología pero bastante anticuado y de escaso interés.
  • La cueva de los verdes forma parte del mismo tubo volcánico que los Jameos del Agua. Son las cuevas que se han formado dentro de este tubo de unos 7 km, el más largo del mundo. La cueva ha tenido diversos usos, especialmente por los habitantes de la isla para refugiarse de los piratas.

  • El jardín del cactus también es obra de César Manrique. De hecho, fue su último trabajo antes de morir. Se trata de un jardín en forma de anfiteatro que alberga más de 10.000 ejemplares de cactus de todo el mundo. Manrique diseñó incluso las puertas de los lavabos donde se puede observar su visión de la sexualidad.

 Estas visitas se pueden hacer en dos jornadas alquilando un coche en la isla, contratando excursiones organizadas de un día o comprando un billete de autobús turístico que tiene parada en todos estos lugares.
 

Además de todas estas excursiones, también puede dedicarse un día a visitar la isla de la Graciosa que está enfrente de Lanzarote. Hay ferrys que unen las dos islas. Una vez en la Graciosa puede contratarse una excusión o alquilar unas bicicletas, o incluso dar un paseo a pie.

Más información:


Cueva de los verdes
http://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Los_Verdes

Jameos del agua
http://es.wikipedia.org/wiki/Jameos_del_Agua

Jardin del cactus
http://es.wikipedia.org/wiki/Jard%C3%ADn_de_Cactus_de_Lanzarote

Fundación césar Manrique
http://www.fcmanrique.org/

Turismo de Lanzarote
http://www.turismolanzarote.com/